November blues

Compañeras que me dicen que hoy estoy guapa.

Vaciar mi bolso y limpiarlo, como la madre de Amélie Poulain. Hace años que quiero hacerlo; en la intimidad de mi despacho, un martes por la mañana, he encontrado el momento adecuado.

"We need to talk about Kevin" en mi cabeza todo el tiempo.

Dos mandarinas, intentar quitarme de encima la culpa del chocolate que comí anoche.

Uñas grises: es nuevo, hasta los niños se han dado cuenta.

Pudding de pan con olor a canela, cuidado d emi espalda, terapia para el dolor del codo y la hernia, moverme de vez en cuando.

Conciencia: la comida, mi privacidad en internet, el buen periodismo de investigación, el arte de escribir novelas, productos locales y de temporada, lo bio, suficientes horas de sueño, el origen de las prendas de ropa que tenemos y compro para los niños, que sean de empresas comprometidas éticamente con sus trabajadores, mi trabajo como profesora de español, mi familia (la de aquí y la de allí), mis sueños.

Recuperar mis principios, moverme más, hacer más deporte (más yoga, nadar más).
Prepararnos para la llegada del invierno, comer bien, fruta, mucha verdura.

Cuidado de la piel, que va envejeciendo. La educación de los niños. Las fiestas navideñas que se acercan.

Cambiar de estilo

Por superfluo y frívolo que suene, quiero cambiar de estilo. Empiezo a parecerme peligrosamente a una profesora de 31 años. Con lo hippie y pintas que yo era.
Por alguna extraña razón cada mañana, cuando elijo la ropa que voy a ponerme ese día, esta seriedad y sosedad en el ropaje me atrapa.

Verano

Con temperaturas tropicales, como dicen aquí.

Sandalias, helado, comer sentadas al sol.

Más sandalias, vestidos, faldas, shorts.

Ventana abierta desde primera hora de la mañana, ganas de un chapuzón.

Sueño con la psicina.

Descalza en el despacho: siempre me ha encantado descalzarme cuando hacía calor.

Ideas para disfrutar de este verano repentino con los niños.

Agua.

Tercer día sin vicios. ensalada, fruta, comidas ligeras.

Más agua.

Peso

En la boca del estómago, bloquea la concentración, se transforma en el pilar en torno al que pivota el día entero.
Me recuerda a "Vulnerabilidad sin fronteras".
Mierda.
Busco refugio en mi trabajo. Hacer un mix de música para las vacaciones, como cuando teníamos 18 años.
Y Clara que hoy cumple dos añitos: me rebelo y me niego a que esto nuble un día importante para mí y para ella, para nosotros.
Mujeres peleando por hacernos un sitio en el mundo académico.
Por fin el nuevo de "The National". Sigue luciendo el sol.

Estado de concentración

Cómo alcanzarlo. De aquí al sábado, sin distracciones.
Deshacerme de la carga emocional que me pesa.
Las preocupaciones del allí, lejos, que tantos años más tarde me sigue desvelando. Todavía.

Las preocupaciones del aquí, las listas de la compra, el cutis, los plazos, las presentaciones, los problemas de salud.

Más y más trabajo, no encontrar tiempo para buscar una vía de escape, otro país.

Por dónde empezar

Tanto trabajo.
Presentación el día 11, el día 14 de junio.
MO.
Clases.
Traducir poemas.
Corregir textos.
Redactar informes de reuniones.
Entregar la propuesta de tesis.
Corregir portafolios.
Organizarnos para el viaje a Madrid.

No sé cómo llegar a todo...

Infinito

Cansancio. En las piernas, en las uñas, en el alma.

Tensión mental: impide el sueño, alienta el insomnio.

Perseguir la almohada, las arrugas que se quedan en la cara tras una noche profunda y sin interrupciones.

Tanto, todo a la vez.

No dar abasto. ¿O era " a basto"? Diccionario.

Demasiado ocurre hoy en el mundo, qué semana más intensa.

Buscar refugio para no volverse loca.

Palabras, música, ropa, imágenes, ideas, conceptos. Enredados.

En una palabra: corticoides.

Hoy

Mis zapatos morados, gafas de sol, estudiantes al sol disfrutando de la tarde primaveral.

Teatro: hace años que no veo una obra.

Y justo hoy, con tanto que decir, olvido mi cuaderno rojo.

Yo también me vestía fatal cuando estaba en secundaria, y en los primeros años de la facultad.

Taconeo.

Cualquier excusa para salir y que me dé el aire.

Y últimamente quiero ser cocinera. O periodista.

Traducción de poemas.

en el punto medio

Buscando lo orgánico, el equilibrio, el yo en la soledad, la vida sana.

Agua, kiwi, siesta, verdura, descafeinado, aire fresco, paseo, tímido rayo de sol, ocho horas de sueño.

Máscara-mascarilla, conversaciones conmigo misma.

Música suave y atemporal, alejada de los hits del momento en la radio.

Cómo echo de menos el yoga, los masajes de la fisio.

Me encantaría pasar un día en el centro de relajación que hay cerca de casa. Un día de estos me pego un homenaje.