viernes, 24 de octubre de 2014

Introspección

Con cuidado, para no caer enferma, como todos los años.
Té, fruta, zumo, miel, frutos secos, sopita. intentar dormir todo lo posible.
Mañana encerrada en mi despacho, con la calefacción puesta, como cuando era estudiante. Fuera, llueve y es muy otoño.
Se agradecen las horas de silencio, para poder concentrarme, recuperar energías, poder dedicarle tiempo a lo importante y no ser absorbida por lo urgente, como ocurre habitualmente.
Con más ayuda (Mathias) me siento mucho más equilibrada y menos cansada.

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